HUMAN AUDIO

Todo comenzó con un ingeniero amante de la música, Péter Büdszenti. Decidió construir un reproductor de CD que se acercara lo más posible a la musicalidad de los tocadiscos, conservando al mismo tiempo las ventajas del formato CD. No lo movía una intención comercial, sino el placer de crear -una actitud que lo acompañó en todos sus trabajos posteriores.

Tras una larga búsqueda, eligió el mecanismo industrial CD-Pro2 de Philips, conocido por su construcción robusta. Philips rara vez lo utilizó en sus propios productos; en cambio, los fabricantes de High-End solían desarrollar sus propios sistemas en torno a él. Los amigos de Péter pronto reconocieron el prometedor potencial de su trabajo y se unieron al desarrollo.

Después de numerosos prototipos y experimentos nació el Libretto, basado en los principios que aún hoy definen los productos de Human Audio. El trabajo no se detuvo ahí: el Libretto necesitaba un compañero dentro de la cadena de audio que mantuviera la misma filosofía sonora. Así surgieron, uno tras otro, amplificadores integrados, preamplificadores y etapas de potencia alimentados por baterías, así como un DAC, cables y otros accesorios.

Con el tiempo, el propio Libretto pidió una renovación, lo que dio lugar al Libretto II., de segunda generación. Sin embargo, antes de su finalización, Péter falleció de forma trágica e inesperada. Su último deseo fue que el equipo continuara trabajando bajo la misma marca, siguiendo las directrices que juntos habían establecido.

SONIDO HUMAN

Los principios que definen los productos de Human Audio:

            Fabricación completamente artesanal: Durante la producción procuramos realizar la mayor cantidad posible de procesos manualmente.

            Alimentación por batería: Como resultado de la lucha contra el ruido de la red eléctrica, los dispositivos se desconectan por completo de ésta, resolviendo el problema mediante baterías integradas.

            Amortiguación de vibraciones: No se elimina por completo la resonancia -parte natural de la música-, sino solo lo necesario para evitar distorsionar o alterar el sonido. Los experimentos demostraron que la madera ofrece la mejor solución, ya que muchos instrumentos musicales se basan precisamente en su resonancia. Aunque la explicación física exacta no está del todo clara, se ha observado que el contacto con la madera hace que el sonido de los equipos electrónicos resulte “más humano”.

            La simplicidad: Mientras muchos equipos High-End buscan aumentar la potencia y reducir la distorsión -lo que a menudo conduce a transformadores enormes, trayectos de señal largos y pesados “monstruos de hierro”-, Human Audio eligió el camino opuesto. La simplicidad, el uso de menos componentes y trayectos de señal más cortos dieron como resultado un sonido único, humano, entrañable, pero al mismo tiempo emocionante y puro.

A esto se suma un diseño distintivo, que refuerza la cercanía con el ser humano.
Para controlar las etapas de desarrollo, contamos constantemente con la colaboración de músicos profesionales y cantantes de ópera, escuchando incluso grabaciones propias.

“No el objeto, el ser humano es el fin.”
László Moholy-Nagy

DISEÑO

Puede surgir la pregunta: ¿pueden convivir el diseño y el High-End?

A primera vista parecen dos mundos opuestos. Por un lado, está la mentalidad del ingeniero, para quien todo debe subordinarse a la calidad del sonido, y los aspectos estéticos resultan irrelevantes. La forma, las piezas y el tamaño de la carcasa deben ser el resultado de decisiones puramente técnicas; no hay lugar para el estilismo. Toda decisión formal es sospechosa.
Esto puede ser cierto, pero en el otro extremo se encuentra el diseñador.

No se puede ignorar que los equipos High-End también deben integrarse en un hogar, y a menudo ocuparán un lugar destacado en el salón. Serán objetos queridos, como aquellos antiguos radios de válvulas que nuestros abuelos cuidaban con cariño. Además, el aspecto exterior debería reflejar el enorme esfuerzo invertido en su creación interna.

La respuesta -el punto en común- está en la calidad.
La calidad no es un concepto estético, ni puede aplicarse solo al sonido generado. La verdadera calidad es como un auraque envuelve los objetos. Los arquitectos no dicen que sus edificios favoritos son “bonitos”, sino que son “buenos”. Su valor trasciende lo visual. La funcionalidad, la estructura lógica, la pureza constructiva y la eficiencia son parte esencial del valor arquitectónico.
Y esto también es cierto para obras de ingeniería pura -puentes, torres de refrigeración, instalaciones industriales-, que adquieren una belleza propia cuando su diseño es lógico y claro.

Si esto es así, ¿qué papel tiene un diseñador en un equipo de desarrollo High-End?
Solo hay que tomar decisiones de ingeniería lógicas y puras, y si todo funciona, el objeto resultante no solo será bueno, sino también bello.
Esto es cierto, pero es difícil eliminar por completo la inclinación estética del proceso de decisión de los ingenieros eléctricos. Un diseñador, con su mentalidad visual, puede controlar y equilibrar esa tendencia, además de agilizar los procesos al considerar factores como la ensamblabilidad o la fabricabilidad.
El diseñador aquí tiene un papel distinto: no es un estilista, no se encarga de inventar la forma, sino de fundirse con el equipo de desarrollo, vivir cada problema técnico como uno más, y guiar sutilmente todo el proceso desde las primeras ideas, siendo su presencia casi imperceptible.
Es fundamental que él también sea un apasionado de la música.

Durante el diseño de los productos Human Audio se habló a menudo de la belleza de los instrumentos antiguos, cuya forma fue moldeada únicamente por los sonidos que producían y se perfeccionó durante siglos. El maestro lutier -un verdadero artista- solo expresaba su afán decorativo en los detalles, como el tallado de la cabeza del instrumento o un barnizado especial, siempre bajo la influencia del estilo de su época y lugar, de modo que estas expresiones eran solo gestos sutiles.

András Göde (Diseñador)